INTRODUCCIÓN
El uso de las tecnologías en el sector educativo, no se da de manera automática, uno de los tantos referentes para orientar los procesos de introducción han sido las políticas dictadas por los gobiernos, donde reflejan acciones, estrategias objetivos y metas; esto nos permite identificar un camino con rutas más tangibles. Las políticas educativas, fueron fundadas en dos perspectivas:
1.- Observar el sistema mexicano como resultado de la historia, con una invitación a pensar el futuro.
2.- Poner en diálogo los seis aspectos destacados de la política mexicana con otros países del subcontinente.
El objetivo del siguiente trabajo es determinar cuáles han sido los principales lineamientos que han marcado el rumbo de las tics en la educación en México, las diferentes formas en las que el docente busca alternativas para que los estudiantes tengan una mejora de aprendizaje y buscar estrategias de aprendizaje en cada uno de los alumnos.
Se tiene la necesidad de disminuir la brecha tecnológica y apoyar a los países menos favorecidos para que introduzcan las TIC en las diversas áreas sociales, económicas, políticas y culturales; para ello se propone formar alianzas con miras a la cooperación regional, prestar apoyo a las iniciativas mundiales, así como reorientar instituciones e iniciativas internacionales para un uso efectivo y eficiente de las TIC.
Se plasmará los factores que limitan la difusión y uso oportuno de las TIC entre los que se encuentran:
La escasa capacidad institucional para articular y promover políticas públicas para la difusión y uso de las TIC;
La cobertura limitada de la conectividad y los elevados costes de acceso a las TIC, y
La falta de educación digital para interactuar con las TIC y la baja disponibilidad de contenidos de interés local.
En este orden de ideas, la CEPAL presentó en 2003 un documento titulado "caminos hacia una sociedad de la información" en América Latina y el Caribe, en el cual se analiza la situación de los países de la región en cuanto a conectividad, equipamiento y variación de usos en los diversos sectores de la sociedad. En lo educativo se establece que:
Es urgente incorporar masivamente las TIC en la educación, dado que es el método más expedito, económico y universal de reducir la brecha digital entre países y dentro de ellos.
Si la inclusión social depende cada vez más del acceso al conocimiento, a la participación en redes y al uso de tecnologías de información y comunicación, el sistema de educación formal es la clave para difundir ese acceso dado que permite masificar la conectividad y el uso de redes electrónicas.
La introducción de las TIC en el sistema escolar es un proceso lento cuyo ritmo se asocia más a largo plazo inherente al cambio cultural que a los períodos de gobiernos electos; por eso debería ser una política del Estado, no de un gobierno.
En 2003, la UNESCO diseñó una serie de indicadores para medir el empleo de las TIC y sus efectos en la educación (Villanueva, 2003).
A partir de las mesas de trabajo con especialistas en el área, se definieron las fases de desarrollo en la apropiación de las TIC según su uso y diversificación, quedando de la siguiente manera:
a) Inicio. Esta es la fase en que el país ha tomado conciencia de las ventajas de las TIC en la educación, estableciendo políticas y destinando presupuesto para la infraestructura TIC.
b) Aplicación. Los ministerios de educación están ensayando y experimentando la
aplicación de las TIC en escuelas y no han integrado dichas técnicas en el plan de
estudios. La formación dada a los maestros consiste principalmente en conocimientos de iinformática más que en el empleo de las TIC para la enseñanza y el aprendizaje.
c) Integración. Los ministerios de educación han integrado las aplicaciones de las TIC en el plan de estudios. Los maestros utilizan como cosa natural y corriente las TIC y diversos programas informáticos educativos en la enseñanza de las asignaturas y los estudiantes los emplean en actividades de clase y para hacer los deberes asignados.
d) Transformación. En esta fase, el uso de las TIC en los ministerios de educación y sus programas para todo el país se ha convertido en algo normal. Las escuelas se han transformado hasta un punto tal que las TIC han pasado a ser un elemento integrante en la gestión y administración de la educación y se han convertido en una forma eficiente y práctica de enseñar y aprender.
En este sentido, la tecnología educativa sirve para que los educadores tengan la posibilidad de planificar y orientar el proceso de aprendizaje de forma más eficiente, esto es posible con el uso de recursos como teléfonos inteligentes, computadoras, televisores, entre otros.Los niveles de uso de las TIC en el entorno escolar son extremadamente bajos, hasta el punto de que no pueden equipararse a los que los propios alumnos desarrollan fuera del entorno escolar, por lo menos en los países de la OCDE, y probablemente en un número creciente de estados latinoamericanos.
Existe un amplio consenso acerca de la necesidad de crear redes educativas que permitan compartir recursos, conocimientos y experiencias. Aunque estas redes no son fáciles de comparar y muestran aproximaciones muy distintas, existen en todos los países –algunas veces financiadas por los gobiernos y, cada vez más, auspiciadas y mantenidas por los propios docentes–, y tienden a tener de manera creciente vínculos internacionales. Este fenómeno es particularmente interesante en Europa, donde ya es frecuente que los países acentúan en sus programas políticos la importancia de la cooperación internacional en educación y de que se trabaje en estrategias que permitan mejorar la calidad y la cantidad de los contactos internacionales de sus centros escolares. No es ajena a ello la enorme cantidad recursos que los organismos internacionales –en el ámbito europeo la Comisión de la Unión Europea–, han puesto a disposición de los centros escolares para facilitar la dimensión internacional, singularmente europea, de la educación. Una de las particularidades que trajeron consigo las TIC fue que, súbitamente, gran parte del profesorado se encontró en una situación desventajosa con respecto a sus alumnos. Es decir, los docentes se vieron obligados a entrar en una lógica de aprendizaje para manejar las TIC al mismo tiempo que sus estudiantes, y rápidamente resultaron ser aprendices menos eficaces. Paradójicamente quizá, los más pequeños, los que nacieron en la era de la sociedad del conocimiento, fueron los que sin cursos formales o un plan de estudios sumamente estructurado se adaptaron rápidamente a los cambios tecnológicos y mejor se sirven de ellos. La introducción de las TIC en la dinámica escolar ha impactado la concepción incluso de los espacios y los elementos pedagógicos más tradicionales. La mayoría de los centros escolares de América Latina (pero también de la OCDE) que ha invertido en tecnologías establece una aula exclusiva de informática con ordenadores y otras TIC. La existencia de esta otra aula, diferente de la tradicional, en la que potencialmente se pueden hacer cosas más interesantes y, en general, en grupo debido al número reducido de ordenadores, ha permitido a algunos centros experimentar nuevas formas de concebir el aula y la dinámica dentro de ella. Por mencionar solo un ejemplo, Costa Rica lanzó recientemente un proyecto de innovación educativa para la escuela secundaria en medios socioeconómicos bajos. Además de la renovación de mobiliario (que busca facilitar el trabajo grupal), la digitalización del material, la adquisición de equipo moderno de cómputo y proyección, y la ampliación física (al doble) de las aulas de innovación y aprendizaje, se busca integrar una nueva dinámica de trabajo y de aprendizaje que implica no solo un rol más activo y autónomo del estudiante, sino la participación comunitaria y de la familia en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Políticas educativas de tic:
La formación a distancia, el trabajo colaborativo no presencial, las comunidades de aprendizaje en línea, el acceso por Internet a ilimitadas bases de datos, son solo algunas de las posibilidades que las TIC aportan a la profesión docente y que enriquecen las posibilidades de su desarrollo.
Las TAC, como herramientas tecnológicas han incrementado el grado de significancia y concepción educativa, estableciendo nuevos modelos de comunicación, además de generar espacios de formación, información, debate, reflexión, entre otros; rompiendo con las barreras del tradicionalismo, en el aula.
Por tanto, con las TEP se constituyen espacios de aprendizaje y generación de conocimiento a través de la cohesión con amigos, comunidades digitales, videos educativos, conferencias entre otros; ellas fortalecen el aprendizaje, el compromiso y la participación por vía de redes sociales, web, medios digitales.
la democratización del acceso a los niveles más complejos del conocimiento no puede quedar confiada solamente a la universidad, debido a que la gran mayoría quedaría fuera del proceso de desarrollo personal y social (generándose un nuevo despotismo ilustrado);
se deberán encarar los desafíos que plantean las tecnologías de la información a las instituciones y métodos de enseñanza.
La actualización y renovación permanente del saber científico y tecnológico, y el sistema económico centrado en la producción, han generado cambios en la forma de elaborar política en México. En particular, han orientado la educación al desarrollo de competencias para dar respuesta a nuevas demandas del mercado laboral, en el contexto de la globalización y la transformación digital de la industria y las organizaciones.
Las políticas educativas en México muestran una serie de contradicciones. En este artículo se expone una de ellas: el reconocimiento, ante la legislación, del acceso a la información como un derecho humano, pero sin la implementación de políticas de equipamiento informático que el Estado no ha logrado suministrar en todo el sistema educativo mexicano, desde nivel básico a superior. Incorporar las tic en la educación debe significar mucho más que una herramienta para mejorar la educación superior en México. Se trata de usarlas con un propósito específico, para generar o reafirmar, en los estudiantes universitarios, conocimientos, habilidades, aptitudes y destrezas, que se necesitan en la sociedad actual. Para ello, se requiere de una política educativa que vaya acompañada de un plan estratégico, que guíe a los líderes educativos institucionales en el proceso de integración de las tecnologías con fines educativos. Este proceso debe de ser integral, es decir, debe considerar a los actores educativos: directores, profesores, estudiantes y, dependiendo del nivel educativo, a los padres de familia.
El análisis presentado apunta a centrar la atención en los procesos de aprendizaje sin detrimento a la necesaria inversión en equipamientos. Es necesario reconocer la importancia de la capacitación de las y los profesores en el uso eficaz de las tecnologías como parte de su práctica diaria, en sus procesos de enseñanza-aprendizaje. Para concluir, las tic son una realidad, y será determinante ser competente en su uso ante la sociedad de la información y la del conocimiento. Por ello, resulta prioritario su aprendizaje, particularmente en la educación superior, con carácter transversal a cualquier profesión, para estar en consonancia con las demandas laborales. Las reformas educativas de la última década en la región
En la última década, ocho países han sancionado nuevas leyes generales de educación u otras complementarias, o han incorporado cambios en la legislación vigente. En algunos casos, como en Argentina (2015), Brasil (2013) o Colombia (2013), las últimas modificaciones no adquieren un carácter estructural, sino que remiten a aspectos sumamente específicos. En el caso argentino, se modificó el artículo 16 de la Ley Nacional de Educación, a través del cual se incluye dentro del ciclo esco- lar obligatorio el nivel inicial dirigido a niñas y niños de 4 años de edad. Hasta ese entonces, según el texto de 2006, “la sala de 4 años” era universal (esto es, que obligaba al Estado a garantizar oferta en todo el territorio) pero no obligatoria. Similar situación ocurrió en Brasil, donde la Ley 12796, en su artículo 4, establece la obligatoriedad escolar a partir de los 4 años. En Colombia, la Ley 1620 creó el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el ejercicio de los Derechos Humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la Violencia Escolar. Por esta razón, se adoptó la Política Pública Nacional de Equidad de Género y se creó una Comisión Intersectorial para su implementación. Hay, en cambio, cuatro países cuyas modificaciones en los marcos normativos se inscriben en un claro proceso de reforma educativa. Estos son Perú, Chile, Ecuador y México.
Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y la educación escolar, prestando especial atención a su vinculación con los procesos de innovación educativa y sus implicaciones, tanto políticas como institucionales y, por supuesto, pedagógicas, en los países iberoamericanos. Se establece el marco de expectativas relacionadas con las aportaciones pedagógicas que las TIC pueden ofrecer y es, en este sentido, un ensayo de recopilación de las posibilidades y de los potenciales de estas tecnologías, fundamentalmente desde la perspectiva del acceso a las tecnologías y de la formación del profesorado, en tanto que ambos han venido siendo los ejes fundamentales de las políticas desarrolladas en los dos últimos decenios, tanto en los países de la OCDE como en la mayor parte de los países iberoamericanos. Ofrece una respuesta al interrogante fundamental de si las inversiones desarrolladas han generado los beneficios esperados, cuáles de las expectativas iniciales se han visto colmadas y cuáles no, y por qué razones. Se sugiere la agenda pendiente en términos de investigación educativa.
La economía, la política y la cultura propias de una sociedad post-industrial, globalizada e interconectada demandan un ciudadano con nuevas habilidades laborales, mejor informado, más activo y más participativo, lo cual entraña nuevos desafíos para el sistema educativo. Por ejemplo, una noción más amplia y compleja de alfabetización que refleje la creciente importancia de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en los diversos apectos de la vida. Asimismo, es importante comprender que hoy en día se exige un sistema educativo dinámico que consulte las nuevas realidades y problemas de la vida moderna. Para ello se necesitan currículos y pedagogías que permitan a los docentes, estudiantes y ciudadanos comprender la naturaleza e impacto cultural de estas tecnologías, sin olvidar que la sociedad contemporánea, el conocimiento y la información no sólo se presentan en forma de palabras impresas, sino también de imágenes, sonidos, videos y documentos multimediales (Kellner, 2004).
Para vivir, aprender y trabajar con éxito en esta sociedad cada vez más compleja, rica en información y basada en el conocimiento, los estudiantes y los docentes deben utilizar la tecnología digital con eficacia. En un contexto educativo sólido, las TIC pueden ayudar a los estudiantes a adquirir las capacidades necesarias para llegar a ser (UNESCO, 2008):
. competentes para utilizar tecnologías de la información;
. buscadores, analizadores y evaluadores de información;
. solucionadores de problemas y tomadores de decisiones;
. usuarios creativos y eficaces de herramientas de productividad;
. comunicadores, colaboradores, publicadores y productores; y
. ciudadanos informados, responsables y capaces de contribuir a la sociedad.
Estas tecnologías han producido además una revolución del aprendizaje, cambiando la forma como las personas aprenden y el rol de los alumnos y de los maestros, pero también se ha hecho más claro que el período del aprendizaje no puede ser un proceso limitado en el tiempo, sino que debe darse a lo largo de la vida. En definitiva, el uso de las TIC ha mejorado las oportunidades para grandes grupos de la población tradicionalmente excluidos, con lo cual se ha aumentado la movilidad dentro de la sociedad (Ministerio de Comunicaciones, 2008).
Sin embargo, en esta dinámica que han generado las nuevas tecnologías, los individuos y las organizaciones que logran apropiarse de ellas, aprovechándolas para su propio beneficio, tienen muchas ventajas frente a quienes no lo hacen. Aquellos que no se apropian adecuadamente de ellas no logran mantenerse compitiendo y creciendo en el entorno económico global. Se configura entonces la denominada brecha digital, que se refleja en un desequilibrio de acceso al conocimiento entre diferentes países o grupos y organizaciones sociales (Ministerio de Comunicaciones, 2008).
Las TIC están reconfigurando las conceptualizaciones sobre los procesos de lectura y la escritura, los materiales didácticos y los métodos para alfabetizar. Durante varios siglos predominó la noción de que una persona alfabetizada era aquella capaz de captar y expresar significados por medio del lenguaje escrito. Actualmente, la facilidad para representar el conocimiento y las ideas mediante sonidos, gráficos, animaciones o videos está imponiendo nuevas formas igualmente válidas de leer y escribir. Asimismo, a medida que las nuevas tecnologías facilitan el acceso a otras culturas y comunidades lingüísticas, la necesidad de leer y escribir en varias lenguas resulta más imperiosa (Hartman,2000).
Gracias a la utilización continua y eficaz de las TIC en procesos educativos, los estudiantes tienen la oportunidad de adquirir capacidades importantes en el uso de éstas. El docente es la persona que desempeña el papel más importante en la tarea de ayudar a los estudiantes a adquirir esas capacidades. Además, es el responsable de diseñar tanto oportunidades de aprendizaje como el entorno propicio en el aula que facilite el uso de las TIC por parte de los estudiantes para aprender y comunicar. Por esto, es fundamental que los docentes estén preparados para ofrecer esas oportunidades a sus estudiantes. La ciudad de Medellín ha venido preparándose para aprovechar las ventajas y retos que le plantea una sociedad globalizada, emprendiendo acciones como el diseño de políticas públicas educativas que a corto y mediano plazo eleven la calidad de la educación a través de programas y proyectos que apunten a: cualificación pedagógica de los docentes; mejoramiento de los modelos, estrategias y materiales didácticos; mayor dotación a las instituciones educativas de equipos e infraestructura de telecomunicaciones; una incorporación adecuada de las TIC al currículo; capacitación de los docentes en el uso eficiente y creativo de éstas; métodos de evaluación más integrales y formativos. Se trata de lograr un sistema educativo moderno, equitativo, eficaz e incluyente, que consulte las necesidades del entorno, que esté en sintonía con un mundo altamente comunicado e interconectado y abra espacios para que aun la población más marginada adquiera las competencias necesarias para participar activamente en una sociedad del conocimiento y la información.
CONCLUSIÓN
El aprendizaje tradicional ha sido sustituido por el aprendizaje electrónico y en línea. La integración de tecnologías en la educación es necesaria para propiciar la democratización del conocimiento y garantizar mayor justicia social y educación de calidad, se trata de reconocer que las TIC pueden constituir una oportunidad para la revisión y transformación de prácticas educativas más conectadas con lo contemporáneo y con el mundo de los y las estudiantes. El no tener acceso y habilidades en el uso de las TIC, así como a las oportunidades que éstas pueden traer, es considerado como una forma de exclusión denominada brecha digital.
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